En el corazón de la selva camerunesa

Descripción del proyecto:

Zerca y Lejos es una ONG de cooperación al desarrollo que centra su actividad desde hace más de 15 años en el Sur de Camerún, donde trabaja fundamentalmente con personas de la etnia pigmea baka.  Los pigmeos baka han nacido en la selva, eran hasta no hace mucho nómadas que vivían de la pesca, la caza y la recolección. Desde hace años se han visto obligados a asentarse a los márgenes de la carretera, en tierras que les son ajenas, en terrenos dominados por otras etnias mayoritarias, que aprovechan su situación para emplearles como mano de obra barata, en condiciones que en ocasiones rozan la esclavitud. Esta exclusión social lleva ligados graves problemas de acceso a la educación y a la sanidad ya que casi ninguna familia puede hacer frente al sistema de pago nacional para recibir asistencia sanitaria ni desplazarse largas distancias para ir al médico. Zerca y Lejos gestiona tres pequeños dispensarios de la zona y se encarga de la formación continuada de los enfermeros que trabajan en cada uno de ellos. Además cuenta con un programa de “estrategia móvil” para acercar la salud a aquellos que se encuentran más alejados, en distancia y medios, para acceder a una atención sanitaria digna y detectar casos de potencial gravedad que requieran atención urgente o seguimiento periódico. Además de esta estructura, que funciona de manera constante, de forma anual tienen lugar unas campañas intensivas de atención quirúrgica a la población infantil y adulta de la región. En ellas, casi 30 especialistas en Cirugía General, Cirugía Pediátrica, Cirugía Ortopédica y Traumatológica y Ginecología y Obstetricia realizan más de 250 cirugías. Para que estas cirugías puedan ser llevadas a cabo, previamente se desplaza a Camerún un grupo de voluntarios y voluntarias  graduados en medicina y enfermería que se desplazan cada día por los distintos pueblos situados en lo más profundo de la selva, a realizar una valoración de casos potencialmente quirúrgicos y a atender urgencias inesperadas que surgen a diario.

En 2018 este equipo, compuesto por 9 médicos, atendió a un total de 769 niños y niñas y a más de 300 adultos. Además del cribado de patologías quirúrgicas aprovechábamos los desplazamientos para hacer formaciones con la población acerca del lavado de manos, la utilización de la mosquitera, prevención de enfermedades de transmisión sexual y prevención del alcoholismo entre otras.

Valoración personal de la experiencia:

Mi experiencia en cooperación comenzó hace tres años, cuando comencé a trabajar como voluntaria en la ONG Zerca y Lejos. Desde entonces he viajado en dos ocasiones a terreno, la última en febrero y marzo de 2018 como coordinadora de un grupo de nueve médicos.

Más allá de la labor médica que realizamos, cada viaje a terreno supone un vuelco a mis principios, un vuelco completo de mi realidad, un bofetón de humildad. Soy médico de familia porque me mueve el intentar aliviar el sufrimiento humano, o al menos acompañar a quien lo padece, y estando allí siento que estoy algo más cerca de las personas. Me apasiona trabajar codo con codo con el personal local, aprender de ellos y poder participar en las formaciones con la población.